Gustavo, vos venís acompañando desde Intercambios AC el proceso de organización del Concurso sobre Promoción de la Salud Integral Juvenil. ¿Cómo se concibe a la participación juvenil en el Concurso? ¿Cómo se generan condiciones para que efectivamente ocurra?
Gustavo- Creo que lo que se busca es que los proyectos incidan en la realidad, la modifiquen concretamente. Y después, creo que se habla mucho de participación pero muy pocas veces se puede dejar el lugar para conocer esa participación. Es una palabra que implica, muchas veces, hacer silencio para que otros hagan o digan. Y los adultos cometemos el error de querer hablar de la participación cuando los que tienen que hablar son los adolescentes y los jóvenes. Creo que esas dos premisas intentamos que se cumplan. Que los 12 proyectos incidan de manera específicamente juvenil y adolescente en la realidad. Lo que falta todavía es valorar esa lógica. En el encuentro, los chicos decían sobre los adultos “nos preguntan qué títulos tenemos o si estás capacitado para”, cuando en realidad están capacitados por ser jóvenes para hablar con jóvenes. Me parece que esa premisa es lo que todavía está faltando.
Sus proyectos fueron elegidos como ganadores del Concurso. ¿Ante qué necesidades colectivas o personales surgieron las iniciativas?
Cam- En el último tiempo, en especial durante y después del macrismo, el sistema de salud se ha visto totalmente perjudicado e incluso destartalado, porque se han caído muchas estructuras sanitarias que venían muy bien sostenidas. En ese sentido, se ha visto muy afectado todo lo que no sea ciudad capital de Santiago del Estero y ciudad de La Banda. Todos los conglomerados urbanos, por fuera de eso, se han quedado casi sin servicios de salud. Con Mala Junta teníamos conocimiento de la situación de Los Núñez. A partir de reconocer la falta de educación sexual, que es un factor súper común en todo el NOA y, en especial, en el interior de Santiago del Estero, decidimos trabajar con la salud sexual como una herramienta que además no requiere demasiado presupuesto, como crear hospitales. Y que es la llave para transformar realidades adolescentes, que luego se replican hacia los pares de eses jóvenes y porque esas personas van creciendo.
Cande- En nuestro caso, la necesidad claramente es la de intervenir para reducir la cantidad de casos de TCA en Argentina. Es un país donde, a nivel cultural, la estética tiene un lugar muy importante y eso trae muchas problemáticas en la salud mental, físico y emocional. Entonces, a partir de detectar esas problemáticas y entender que los TCA son multifactoriales y hay un factor que es el sociocultural, decidimos empezar a trabajar en el deconstruir este ideal de belleza que tenemos tan internalizado. Y lo hacemos a través de la virtualidad, donde tenemos una comunidad muy grande en redes sociales, pero también a nivel presencial en charlas, capacitaciones, festivales. Tratamos de abrir la conversación, siempre haciendo acciones que sean de forma gratuita para que no sea una limitación acceder. Y apuntando a un público joven, pero nuestro objetivo principal es que las nuevas generaciones crezcan libres de mandatos sociales y lo hacemos promoviendo la diversidad corporal, sexual y de género.
Desde una mirada general de los 12 proyectos ¿Qué rasgos en común encontrás? ¿Qué destacarías de las propuestas que participan en el Concurso?
Gustavo- Lo primero es que tienen que ver con ser solidarios con otres. Esa es la distinción más valorable y lo que más en común tienen. Lo vimos en el encuentro, todos se preocupan por lo que les pasa a otres. Después creo que hay mucha temática de salud sexual integral y esto creo que tiene que ver con que les importa mucho cómo van sintiendo esas diferencias, esa discriminación, esos casos de violencias. Y después, que son muy locales. Si bien tienen una proyección nacional, todos tienen una incidencia concreta en el territorio. Entonces eso los hace muy particulares. No solo las personalidades de quienes las llevan adelante como banderas son muy singulares, cada uno tiene su militancia por la temática muy incorporada en sus discursos. Todos son muy claramente apasionados por los derechos humanos. Es otra consigna súper fuerte y potente.
En diciembre tuvieron un Encuentro de Adolescentes y Jóvenes de todas las provincias. ¿Cómo fueron los espacios que compartieron con otras organizaciones? ¿Cómo se sintieron?
Cam- Yo creo que son espacios de enriquecimiento. Poder ver lo que hacen los demás y ver qué tomo de ahí y, del otro lado, lo mismo. Es una manera muy práctica de potenciar cada uno de los proyectos. Y aparte también es formativo. Nos abre la visión porque también hay una amplitud muy grande de temáticas que se han abordado en esta convocatoria, como ser la ESI, donación de órganos, discapacidad, violencia de género, entre otros. Algo destacable es la puesta en común que se da de acuerdo al recorrido de cada territorio. De ver cómo en el norte es mucho más diferente la militancia y la visibilización, comparado con el sur. O por ejemplo, en la diferencia de edad y generacional. Me parece también que se ha rescatado mucho la importancia de la militancia, más allá del activismo, porque también algo que surgió en la última charla que hemos tenido entre todes ha sido la impotencia de que muchas veces sentimos que no alcanza o que quizás nosotres no seamos quienes veamos el cambio. Pero entendiendo la militancia y que caminamos hacia un horizonte de manera organizada, es mucho más aliviante, contenedor y probable que logremos aquello que queremos.
Cande- Esos encuentros estuvieron muy buenos a nivel de sociabilizar con otras personas que también están liderando otros proyectos que tienen un propósito social y están vinculados a los derechos humanos. Muchas veces este recorrido es bastante solitario, uno puede tener un equipo pero se encuentra con muchas frustraciones e injusticias sociales que te vas cruzando. Y a veces escuchar que a otra persona le pasa lo mismo te da tranquilidad, te contagia e inspira a seguir haciendo. Es difícil sostener en el tiempo este tipo de luchas. Me parece que los espacios estuvieron increíbles. A mí me encanta ver cómo, a nivel federal, te da una mirada más amplia. Cada proyecto te sensibiliza en base a su experiencia y siento que fue más que nada abrir el abanico. Y que el punto en común es la motivación y el hambre de querer cambiar las cosas.
Sobre el Encuentro de Adolescentes en Tecnópolis ¿Cuáles eran los objetivos que le daban sentido?
Gustavo- Yo creo que nos vimos impactados porque superaron nuestras expectativas. Nosotros aspirábamos a un encuentro donde puedan contar sus proyectos y puedan tomar herramientas comunes y no comunes de sus territorios. Sin embargo fueron más allá porque pudieron, no solo conocer y tomar herramientas, sino sentirse acompañados. Fue como un torbellino que se dio entre todos los proyectos y se vieron potenciados. Tienen en claro a dónde van, aunque tarden en llegar, aunque sea más complejo, pero eso no lo negocian con nada. A mí me pareció eso súper significativo, porque todos estaban muy bien parados. |