Pudimos entender, a través del estudio que Uds. realizaron, que existe muy poca investigación respecto a mujeres usuarias de drogas, embarazadas y/o puérperas. ¿A qué creen que se debe esta ausencia en el plano investigativo?
MD: Hay algo estructural, que tiene que ver con la condición de producción de conocimiento. ¿Para qué se produce conocimiento? ¿Cuáles son los temas que son funcionales al mercado? No es ingenuo que las mujeres, en los últimos tiempos, consumamos más cerveza. Esto responde a un imperativo mercantil y en ese sentido, el conocimiento por mucho tiempo estuvo subordinado a ser servil a ese sistema del mercado. Entonces tampoco es ingenuo que no se aborde a las mujeres usuarias de sustancias y más si estas mujeres son de un nivel socioeconómico bajo, que es un punto a tener en cuenta, ya que las mujeres de clase media o clase alta, si tenemos un consumo problemático, en general podemos acceder al sistema de salud incluso aunque no esté especializado o cumpla con las necesidades de esas mujeres. Pero las mujeres o personas LGTBQI+ pobres no tienen ese acceso, o es muy dificultoso. Ahí hay que pensar cuáles son los intereses económicos dentro de la producción de conocimiento.
MPP: Podemos decir que históricamente las tendencias en los consumos de sustancias estaban más concentradas entre los varones, y que los patrones y formas de consumir son bastante distinto entre varones y mujeres, y fueron modificándose en las últimas décadas. Hay actualmente un aumento en la frecuencia y en el consumo de sustancias entre las mujeres, pero efectivamente, hay que decir también que por ejemplo, con la cerveza ha sido una estrategia de mercado. Todxs vimos mayor propaganda, no fue solo un deseo de las mujeres. Y acá surge la pregunta abierta de ¿cuánto de los usos de sustancias de las mujeres no se visibilizaba o cuanto no existía, por qué no se registraba?
En un estudio que hicimos en Intercambios AC en el año 2003 acerca de las trayectorias de vida de usuarixs de cocaína, vimos que en el caso de las mujeres, las trayectorias y modos de consumo estaban muy atadas o asimiladas a los consumos de sus parejas, entonces había cierta subordinación también a esa práctica de consumo.
Son temas para seguir investigando, hay poco material al respecto, aunque ahora están siendo cuestiones de agenda gracias al movimiento feminista, la militancia y ciertas políticas públicas que lo están propiciando.
Teniendo en cuenta el estudio que realizaron, ¿porque creen que es importante y urgente la perspectiva de género en el sistema de salud?
MD: Las mujeres interiorizan una imagen negativa de sí mismas, porque esos agentes a los que les otorgan un poder o un saber, con frecuencia les están diciendo que ellas no valen nada por ser madres y consumir o por estar embarazadas y consumir. Entonces si desde los lugares de poder y saber se le dice eso a una persona que está en una situación de vulnerabilidad, esa persona va a creer en lo que le están diciendo y eso genera cierta subjetividad. Las mujeres tienen derecho a sentirse seres íntegros, dignos y no lo van a hacer, si las personas a las que se les otorga poder en un espacio de salud no se lo transmiten o no las consideran como tal.
MPP: Es fundamental modificar los planes de estudio, porque en la formación de lxs profesionales de la salud hay muy poca perspectiva de género. Hay que transversalizar esta manera de ver el mundo, considerando cómo nos estructura y cómo nos vinculamos desde estas matrices androcéntricas.
Es importante resaltar que existen ya, desde la salud pública, algunas experiencias en las que sí se trabaja con perspectiva de género de una manera muy interesante. Hay servicios sociales en temáticas de consumos, como en el Hospital Balestrini de la provincia de Buenos Aires, que por ejemplo trabajan de la mano con nutricionistas en situaciones de sobredosis o para pensar la lactancia con las consumidoras; son una disciplina clave.
A nivel propositivo ¿que podríamos concluir como acciones necesarias en el campo del trabajo con las mujeres embarazadas y puérperas usuarias de drogas?
MD: En primer lugar, seguir sosteniendo investigaciones que tengan además de perspectiva de género, un enfoque feminista en la lectura del dato.
MPP: Es importante incluir la perspectiva de género en los registros y en la información que se produce desde los servicios de salud; también es muy importante el trabajo interdisciplinario, que se pueda trabajar entre servicios, que se pueda articular en la práctica, en la intersectorialidad y en el trabajo interinstitucional.
Es fundamental darles un lugar y valor a las estrategias de autoatención, que desde los equipos de salud suelen ser invisibilizadas. La reducción de daños trabaja mucho estas estrategias, así como las estrategias grupales de cuidado de la salud, entre pares, en las familias o en el barrio, visibilizarlas y no pensar como única respuesta los sistemas formales, sino en la coexistencia de las distintas respuestas.
Seguir trabajando para combatir la criminalización de las usuarias de sustancias, ya que este es otro fuerte obstáculo, que se suma a una condena moral-social.
RA: Avanzar en los sistemas integrales de cuidado, porque quienes cuentan con apoyo para acceder a cuidados, son quienes cuentan con recursos económicos para pagarlos. Para que una mujer pueda acceder a un tratamiento en las condiciones que hoy están dadas, debería, por ejemplo, tener un jardín maternal público donde su hijx permanezca mientras ella asiste al tratamiento. Esto contribuiría a modificar esa matriz androcéntrica. Porque si no podemos fortalecer sistemas integrales de cuidado, seguimos reproduciendo el estigma social.
Es importante también, crear conciencia de que no cualquier consumo impide que una persona cuide a sus hijxs. Hay consumos que son solidarios con las prácticas de cuidado. Muchas veces cuando indagamos en los motivos del consumo, tenían que ver con convivir con las presiones de sus vidas cotidianas, o como un modo de bajar las tensiones para poder continuar adelante con los cuidados, con el trabajo, etc.
Y recordar que sin apoyo social no estamos garantizando el derecho humano al cuidado de mujeres y LGTBIQ+. |