MÁS CUIDADOS, MENOS RIESGOS: Reflexiones a partir del accidente en Tigre

Escribe: Virginnia Belachur. Coordinadora del programa “No Te Sientas Zarpado”

El pasado lunes nos encontramos con la triste noticia de un accidente automovilístico donde dos jóvenes de entre 17 y 19 años, perdieron la vida la madrugada del domingo, cuando quien manejaba se estrelló contra una columna en el Municipio de Tigre. El conductor, otro joven de 19 años y un cuarto ocupante sobrevivieron al impacto. El test de alcoholemia realizado por las autoridades dio positivo por arriba de lo permitido.

La noticia abre un campo de problemas que nos afecta emocionalmente y nos moviliza a pensar respuestas en clave de prevención que, en el caso de adolescentes y jóvenes, pone en juego la tensión entre las expectativas ofrecidas e impuestas por el mundo adulto, y las expectativas e intereses propios.

Han sido múltiples las voces que ponen el foco en rigidizar las medidas de control, que refuerzan perspectivas prohibicionistas que han fracasado a lo largo de los años y que requieren ser revisados, si lo que queremos es construir medidas de cuidados individuales y colectivas. Que no se mal entienda, no hay duda de que se necesitan regulaciones, así como el control de las mismas. Es más, y si de manejar se trata, alcohol cero en cualquier volante. Pero las respuestas fáciles para modificar problemas complejos resultan ineficaces e ineficientes, por lo que nos preguntamos: ¿Alcanza con eso para cambiar el problema? ¿Cómo abordamos estos temas con adolescentes y jóvenes? ¿Es un tema que sólo los involucra a ellxs?

Aunque no lo queramos, las adolescencias y las juventudes siempre terminan capturando las escenas. Solemos mirar siempre desde la falta y la negativización de sus prácticas, ubicándolas como una etapa de "descontrol" y de “irresponsabilidad”, no sólo con los consumos de drogas sino con múltiples aspectos de su vida cotidiana. Se focaliza en la responsabilidad individual o el autocontrol, y perdemos de vista que vivimos en una sociedad donde el consumo de alcohol está legitimado y ensamblado a rituales sociales como las fiestas, los recitales, cumpleaños, asados de domingo, entre otros, y en la que nos cuesta problematizar los usos de alcohol por que es parte de lo cultural; en la que muchas veces hay que “forzar” pensar sobre el alcohol dentro de la categoría “drogas”.

¿Qué da y que no da cuando abordamos las formas de interpelar a adolescentes y jóvenes en relación con los usos de alcohol? ¿Cómo aumentar cuidados y reducir riesgos entre adolescentes y jóvenes? ¿Qué lugar tenemos lxs adultos en ese proceso de acompañamiento y de construcción de otros aprendizajes sociales?

Intentar reducir los consumos problemáticos entre adolescentes y jóvenes, e incluso minimizar los efectos negativos relacionados con los consumos de drogas, es siempre una construcción y una experiencia. Impedir conductas de riesgo, retrasar la aparición del consumo o disminuir los daños, supone implementar prácticas pedagógicas problematizadoras que articulen las responsabilidades individuales, las responsabilidades colectivas en términos de las normas grupales valoradas y las responsabilidades gubernamentales, en términos de programas y legislaciones. Requiere fundamentalmente la participación y compromiso de adolescentes y adultxs, generando diálogos y tramas intergeneracionales que se alejen de la lógica del castigo.

Para leer más sobre usos de sustancias en jóvenes y adolescentes:

De la advertencia a la prevención transformadora: abordar los usos problemáticos de drogas en adolescentes y jóvenes

Ideas Poderosas. Producción de salud y cuidado en el uso de drogas con adolescentes